Los pies en el agua

Juan Antonio Molina

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I

En el universo casi mágico de mis juegos infantiles, el agua era uno de los juguetes preferidos. El mar, siempre a la vista, era un terreno de diversiones. La costa rocosa invitaba a exploraciones, a menudo premiada con hallazgos. La arena de la playa  no era menos generosa en sorpresas. El paso de los huracanes llevaba el mar casi hasta la puerta de mi casa. Entonces salir a la calle era como ir a pasear entre los restos de un gigantesco naufragio. Allí, entre cables de electricidad regados por el suelo y ramas  de árboles amontonadas, encontrábamos conchas, frutas, peces y nidos de pájaros, en una confusión propia de los tiempos del origen. Luego, en la bañera o el lavabo se imitaba la tormenta, se reinventaba el mar de las batallas o el de los balnearios, se recreaban las islas de los naufragios, las olas poderosas y hasta las puestas de sol. El mundo cabía en el amplio cuarto de baño, por donde se paseaba un pequeño dios, eufórico por la sensación de frescura en los pies descalzos.

 

II

La magia y el juego tienen efectos similares: funcionan como la puesta en práctica de l aimaginación y cnducen a la domesticación simbólica dle mundo. Así también el arte, que parece tener tanto de juego como d emagia. En general, estamos hablando de una cuestión de escalas: si elmar no cabe en mi bañera, tengo que redimensionarlo, y para ello la única opción  es jugar, ya no con el mar, sino con su imagen.

Igual ocurre cuando el mar no cabe en una fotografía. Por eso muchas de las fotos que Vivian Bibliowicz ha hecho con el tema del agua resultan de ese trabajo de redimensionamiento. Este es un proceso que ayuda a reconstruir  al objeto fotografiado en dos aspectos: su amplitud física y su dimensión de significados. De esta combinación resulta esta recurrencia a la metáfora, ese tono elíptico, propio d elas imagens poéticas, esta necesidad  d ela metonimia  para ofrecer la totalidad mediante la sugerencia de sus partes.

Prácticamente la mitad de esta obra se hizo dentro dle espacio doméstico, o al menos en espacios interiores. El método de trabajo obliga  de inicio a asumir el agua como reinventada  y como imaginada, aunque aparezca físicamente en la foto. Porque lo importante no es tanto la presencia del agua como la persistencia de sus implicaciones para la cultura humana. En primer lugar su vastedad, su omnipresencia, su fuerza como elemento. Y en segundo lugar , su valor y su importancia para la vida. Pero sobre todo, esta forma de representar el agua  permite conservar en la representación esas connotaciones  de cercanía y de cotidianidad qu ela convierten en unobjeto d enuestros afectos. En estas fotos el agua aparece como un elemento íntimo, cercano al ser humano, presente en su memoria, como un componente imprescindible en toda su experiencia vital.

 

III

Las coordenadas estéticas que recorren este conjunto de fotografías tiene que ver con esa importancia d elo imaginario en nuestra relación con el mundo. Así es como se originan todas estas visiones ambiguas y sugerentes. El coche en el lavadero de autos parece estar entrando a una pintura abstracta. El reflejo d el aluz en el jacuzzi, evoca una combinación de elemntos opuestos: el agua y el fuego. Una gota de agua y una silueta qu eparece humana, funcionan como una metáfora acerca d enuestra convivencia con el medio. El tubo de vidrio puede ser un desagüe que va al mar. El fragmento de metal puede ser una flor exótica y hermosa d eun lago.

En este juego de similitudes se cruzan distintas referencias. Algunas d ela s imágenes  refuerzan el significado del del agua como objeto valioso. Peor lo hacen d eunamanera indirecta, sugiriendo analogías o equivalencias entre el agua y todo lo que pueda ser considerado precioso: piedras, metales, joyas. Así s eresalta el valor del agua en tanto objeto de deseo y de consumo. Otras fotos enfatizan la cualidad física dle agua, bien mediante su realción con otros elementos (la luz o el fuego, por ejemplo), bien jugando con distintos estados (lo líquido y lo sólido) que nos hacen evocar su cualidad material y, en consecuencia, sensorial.

Las combinaciones d etexturas y l ailuminación, tratadas con especial talento, ayudan también a destacar el aspecto material de los objetos que contienen, conducen o son sometidos al contacto con el agua. las fotos entonces muestran relaciones entre distinats superficies o entre formas sugerentes. Los cortes oportunos en el encuadre hacen qu eningún objeto aparezca completo. La foto invita a completar la forma del objeto y por lo tanto a identificarlo. Peor en ese proceso se da también la oportunidad para hacer asociaciones entre lo que estamos viendo y lo que estamos imagiando. Esta es la consecuencia d eun tratamiento abstarcto de la imagen. Ninguna de estas fotos ofrece la realidad  demanera explícita. Cada una de ellas obliga a un esfuerzo de identificación en el que se filtra la posibilidad d einvención. Es un trabajo doblemente creativo, en tanto se abre a la participación y la colaboración del espectador.

Incluso en aquellas fotografías tomadas en esteriores se mantiene esa condición semiabstracta de la imagen. Esto es más que una cualidad formal de la foto. Es también una manera d emirar el entorno. En esas fotos se percibe cuál es la posición dle artista ante la realidad. Y su mirada se advierte contaminada  por una situación emocional y psicológica que es totalmente individual.

 

IV

El agua ha sido homenajeada como elemento vita, como fuerza a veces incontrolable, como objeto del deseo, e incluso como ejemplo d elo escurridizo. Así, además d efactor crucial para la subsistencia de la vida en el  planeta, el agua ha sido objeto de l aimaginación y d ela fantasía.

Y desde la antigüedad, en los orígenes d ela filosofía, se planteaba que el agua formaba parte  esencial de  todos los fenómenos naturales, y que era la sustancia que todos ellos tenían  en común- Ningún ser vivo en este planeta puede existir al margen del agua. Como ninguna religión es concebida, sin qu eel agua tenga en ella un rol protagónico, bien como sustancia en la que se origina la vida, bien como elemnto purificador o bien como materializcaión  de una energía sobrenatural.

El título qu ehemos escogido para este ensayo fotográfico juega con varios significados posibles. Comúnmente el hecho figurado de tener «los pies en el agua» implica tener un estado d elucidez  y de consciencia. Cuidar lo spropios pasos y mantener una actitud pragmática. Ese estado de consciencia es el que se requiere para atender a los problemas ecológicos y buscar las soluciones prácticas que exige la situación actual con respecto al agua en el mundo. Por otro lado, si entendemos que la mayor parte de nuestro planeta  está cubierta de agua,  también tiene sentido este juego  tierra/agua, que estaría refiriéndose sobretodo a la presencia y a la persistencia dle agua en nuestras vidas y en toda nuestra experiencia del mundo.

Pero si tener los pies en la tierra se refiere a la actitud más práctica, entonces tener los pies en el agua  nos puede hacer pensar en una actitud de ensoñación, de juego, de relajación, incluso. En una situación dond elo imaginario parece dominar sobre lo real.

Muchas de estas fotografías que sugieren el contacto del agua con el cuerpo, aunque el cuerpo se encuentre generalmente ausente. De todas formas, se ha enfatizado en uan calidad  estética en la representación dle agua, que puede ser entendida  incluso como una cualidad erótica: un objeto de deseo , y un elemento que insita a los sentidos. Entre las fotografias seleccionadas para exposición se encontarán sin duda  una abundancia d eimágenes que evocan y que proponen recrear  el contacto con el agua. El agua aparec así, no solamente como útil en términos hifgiénicos y curativos. sino además como un elemento con el que se puede y se desea jugar.

de hecho, la elaboración d eeste ensayo fotográfico se ha planteado tambiém como una especie d ejuego, donde ha intervenido el azar8 muchas d elas fotos resultan d euna especie de hallazgo, y transmiten esa senasación d egrata sorpresa) y donde ha intervenido también la planificación, la construcción de situaciones y relaciones para ser fotografiadas. Esa dualidad s ecorresponde también con el deseo de equilibarr las fotos  de apariencia más abstracta con aquellas que son más explícitas, y relacionando las fotografías tomadas en interiores con aquellas tomadas al aire libre. Así s eobtiene esta visión de ambientes distintos, de escalas y correlaciones muy variadas.

El agua aparece involucrada en proceso industriales y artesanales. Cumpliendo uja función decorativa en el espacio urbano o en el interior de ambientes arquitectónicos. Corriendo libremente en la naturaleza o contenida en recipientes domésticos. Siempre cerca del  ser humano. Conformando su entorno, modificándolo y ennobleciéndolo.

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