Rui Cruz, enólogo residente de la bodega
João Clara camina entre las vides con
un aire satisfecho mientras señala los racimos que están empezando a pintarse. “Esta es la cepa Negra Mole plantada en los años 70, cuando este proyecto familiar cultivaba higos, almendras y algarroba, el trío algarvio por excelencia.

Algarve se encuentra al sur de Portugal y cuenta con una gran cantidad de playas naturales.

EN 2011 lanzamos nuestro vino monovarietal de 70 Negra Mole. Fuimos nosotros los que empezamos la revitalización de esta uva. Luego plantamos las cepas Touriga Nacional, Aragonés y Trincadeira. El Albari- ño, Moscatel, Syrah y Alicante Bouschet lo plantamos pensando en el proyecto de la bodega que abrió en 2020, pues antes vinificabamos fuera”, comenta Rui.

Edite Alves recorre el viñedo de la bodega João Clara


Edite Alves, enóloga propietaria, afirma que la bandera de esta casa siempre fue la Negra Mole. Es una casta muy versátil y tenemos uvas de vides muy antiguas. Cuentan con una hectárea y media de esta cepa y cada año la dividen para vinificarla en espu- mante, vino de ánfora, rosé y el tinto reserva. “Nunca encontré en todo Portugal una cepa igual… muestra varias caras dependiendo del tipo de vinificación, por eso en prueba ciega es difícil reconocerla”.

El enólogo Rui Cruz muestra sus vides con orgullo


Rui añade que para producir con mayor calidad deci- dieron hacer podas diferentes y recuperar algunas parcelas. “Nosotros hacemos fermentaciones espontáneas, no usamos levaduras añadidas. Vinos diferentes con más autenticidad”.
Están en espera que sus 14 hectáreas reciban la certificación orgánica que toma tres años. “Tenemos olivos centenarios y tal vez produzcamos un acei- te biológico”, relata Edit mientras saluda a su burro Xavier y comenta que sus cabras Memo, Alfarroba y Caramelo le alegran la vida.

Catamos el de ánfora, un vino divertido y joven; Negra Mole reserva 2017, con 18 meses de barrica francesa y un año y medio en botella para lograr que redondee el tanino. Muestra una frescura en boca típi- ca de esta varietal. El espumante con método tradicio- nal es un vino out of the box… Quere- mos demostrar que somos capaces de hacer un espumante top de gama.

Ánforas de 150 años eexcelentes para vinificar los vinos sin permitir tanta micro oxigenación

La Negra Mole aquí muestra otra cara. Pasa por prensa directa, fermentación en cubas de acero inoxidable, tres años de crianza en barrica francesa y luego fermen- tación en garrafa. Es mucho trabajo para que gane esta frescura, afirma el enólogo Casa Santos Lima iniciada por Joa- quim Santos Lima quien en el siglo XIX ya era un gran productor y exportador de vino. El bisnieto del fundador, José Luis Santos Lima Oliveira da Silva, re- lanzó la empresa en 1990 y modernizó

En Algarve comenzó en 2013 pero en total, contando las regiones de Lisboa, Alentejo, Douro y Vinhos Verdes, producen 350 mil litros de vino al año de los cuales 90% se exporta a Estados Uni- dos, Norte de Europa, Brasil y México.

A pesar de que las cepas Touriga Nacional y Syrah predominan en sus vinos, también realizan un vino con Negra Mole, muy aromático y delicado, nos comenta el enólogo residente. Utilizan levadura seleccionada para cada casta, para cada año, tomando en cuenta el grado alcohólico que presenta. La amplitud térmica no es muy grande (de 10 a 12 grados). Para pintar bien la uva la diferencia tendría que ser mayor.

La bodega de Casa Santos Lima en Tavira

La Casa Santos Lima fue distinguida con el trofeo Mejor Productor Portugués por Mundus Vini 2021 y también por el concurso Berliner Wein Trophy 2020. Degustamos el Sauvignon Blanc de Al- Ria , el blend de Touriga Nacional y Syrah con un profundo color y aromas a frutos negros con notas compotadas de frutos rojos maduros, chocolate, vainilla, especias y un final largo y persistente.

En contraste a este vino el Negra Mole de esta bodega es un vino de color claro con un perfil aromático complejo con notas florales y cerezas. Muy ele- gante y fresco. La vinificación creada a partir de una excelente selección de cepas Negra Mole pasó por un proceso de maceración pre fermentativa a baja temperatura por 24 horas para luego fer- mentar en depósitos de acero inoxidable durante 14 días y luego una maceración por 28 días.

Catando en Morgado do Quintão

Morgado do Quintão Silves con 50 hectáreas (15 plantadas con vides) fue una de las más grandes pro- piedades de Algarve, adquirida en el siglo XIX por Salvador Gomes Villarinho.
La quinta fue plantada por el conde de Silves y se dedicó a la producción de higos, aceite y vino. Con las higueras centenarias esparcidas por la propiedad hacen un delicioso chutney de higo.

Morgado do Quintão nunca salió de las manos de la familia, pero poco a poco Filipe Vasconcellos, heredero que venía del mundo de la publicidad, le dio una nueva vida.

En 2017 iniciaron con los vinos hechos en conjunto con la enóloga Joana Maçanita y en 2019 apostaron por el enoturismo, comenta Raquel Pinto.

“Pensar en Algarve es pensar en la Negra Mole. 03 Está plantada a 10 km del mar lo que le otorga salini- dad a las uvas y además tiene influencia de los vientos
del norte de África.
El portafolio de Morgado do Quintão incluye el blanco de tintas, el blanco de ánfora, Palhete (blend de Negra Mole y Crato Branco), Clarete (Negra Mole), Crato blanco, un blanco vinhas velhas, un tinto de ánfora con Castelão y Negra Mole. Son una quinta biológica y están por recibir el certificado orgánico. Aplican una mínima intervención en los vinos. Vino de calidad y no cantidad es su filosofía.

Debajo de un olivo de 2 mil años suceden los al- muerzos y las pruebas de vino. “Algarve fue un poco olvidado. La varietal Negra Mole tiene un inmenso po- tencial. Es una cepa incomprendida y hay productores en pro y en contra. No es una cepa comercial, es una va- rietal para amantes de cosas diferentes”, aclara Raquel.

Llegamos a la conclusión que son vinos gastronómicos con una frescura fantástica y una acidez ideal para armonizar la comida.

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