La isla de São Miguel, la más grande del archipiélago de Azores, es el escenario perfecto para vacacionar rodeado de aguas termales, miles de senderos para atravesar, vistas volcánicas y playas paradisíacas localizadas en la costa oeste de Portugal.

Vivian Bibliowicz, vivianbibliowicz.com
Es aquí donde se encuentra el hotel Senhora da Rosa que está celebrando su primer año de funcionamiento. Insertado en una quinta del siglo XVIII  con tres hectáreas con 200 años de historia y localizado en la calle da Pedra, Joana Damião Melo creyó fervientemente en el proyecto y con pasión y entrega hizo que esta quinta de su familia por generaciones, se convirtiera en un destino.
En 2021 inauguraron la nueva cara de este proyecto sustentable: su energía consumida proviene en gran parte de los 220 paneles foto volcánicos y 20 paneles solares; zonas para la composta y tanques para almacenar el agua de la lluvia que se usa para regar la huerta y árboles frutales que abastece la cocina del restaurante.
El hotel cuenta con un club para pequeños, canchas para jugar pádel, un centro interpretativo, una capilla del siglo XIX, spa, sala para yoga y pilates, y una tienda con productos azorianos. Cuentan con 35 cuartos con suites junior y familiares cuartos dobles y deluxe.

La renovación arquitectónica estuvo a cargo del Atelier Vieitas y la decoración de interiores la hizo Lili Damião, madre de Joana y Miguel, usando una combinación de muebles antiguos y contemporáneos y detalles y colores inspirados en la naturaleza.

El chef João Alves se ocupa tanto del restaurante Magna como del Gastrobar Terraza Mirante.
En Magma se celebra la cocina regional pero con el toque contemporáneo del chef Alves. Su menú degustación incluye pan impecable con mantequilla con algas o mantequilla Reina de Pico y pimenta da terra, un tipo de pimiento local picante y delicioso.
Como botanas, la croqueta de carne de la isla Tercera, que se cuece 24 horas a baja temperatura en horno de leña. También un embutido fino llamado linguiça; ceviche con pescados locales y pulpo acompañado de un vino blanco del enólogo Antonio Maçanita. Imperdible la sopa de minhoto con tres texturas distintivas: cocido, asado en leña y frito en corte pequeño.

El chef cambia la carta cada tres meses, en colaboración con los proveedores de pescado que informan sobre lo que pescan.

En Mirante Gastrobar se degusta una cocina oriental que incluye sushis y muchos sabores de Tailandia. Se sirven niguiris de atún, carapau, carne y lapas con jengibre caramelizado.

Los postres están inspirados en la abuela de João, quien solía cocinar dulces. el chef ama los cocidos a baja temperatura, cocina más clásica donde los platillos son hechos con calma, cariño y amor.“Voy innovando y mejorando y trabajar en equipo es básico para crecer. Hablamos mucho las ideas que tenemos cada semana y construimos lo mejor para presentar cada semana. Azores es un paraíso para trabajar con productos de buena calidad. Es importante que haya un renacimiento de la profesión en la isla pero las personas con las que trabajo tienen mucha voluntad. Con esfuerzo y dedicación y un poco de suerte podemos llevar a buen puerto nuestro trabajo”, concluye João Alves.

Paseando por la isla

Bio Kairo’s es una visita obligatoria donde se pueden apreciar los vegetales frescos como ruibarbo, camote, lechugas de varios tipos, fresas que aquí se cosechan para proveer a diez afortunados restaurantes locales.
Sofía, la persona a cargo, nos cuenta que trabajan con chicos con problemas sociales y los integran; el objetivo es que aprendan una profesión que en este caso es agricultura y muchas veces se quedan a trabajar con ellos.
Otra visita obligada es la Quinta da Feteira donde tienen una producción biológica de piñas de los Azores, producto con Denominación de Origen. Se cosechan en invernadero y mientras más tiempo estén en la planta, más dulces saldrán, explica João Oliveira, propietario de la quinta donde no se usa nada de químicos. En el hotel Señora da Rosa el welcome drink se basa en agua hecha con la cáscara de piña, menta y canela, además el chef está experimentando con kombucha de piña.
Es necesario conocer las Queijadas de Morgado, donde se producen desde 1961. La receta original viene de unas monjas de Vila Franca, y Adelino Morgado ha obtenido mucho reconocimiento en la industria. Produce 32 mil queijadas a la semana y entre sus secretos de producción está que la leche no puede tener menos de seis kilómetros del mar, o no saldrá la receta original.
No te vayas de la isla de San Miguel sin visitar Siete Cidades, Lagoa do Fogo, las Furnas con sus fumarolas y aguas termales. Además, Ponta Delgada, la capital de la isla donde se encuentran las puertas de la ciudad del siglo XVIII, la iglesia gótica São Sebastian y el fuerte de São Brás.

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