The Vines of Mendoza

 

¿Alguna vez haz soñado con tener tu propio viñedo? me preguntan al llegar a Mendoza. ¡Claro que sí! contesté sin pensarlo ni un segundo. Es el sueño de cualquier amante del vino.

¿Y te gustaría conocer un proyecto en donde podrías tener tu viñedo y recibir asesoría de grandes enólogos de la zona, para producir tu propia etiqueta de vino?

Con mucha curiosidad y expectativa atravesamos el Valle de Uco, rodeado de la Cordillera de los Andes, en dirección a The Vines of Mendoza, ubicado a 100 metros de altura y a tan solo una hora y media de la capital, donde descubriré un nuevo estilo de vida.

La historia de uno de los proyectos más comentados en el mundo vitivinícola, inicia en 2005, momento en el que dos grandes amigos, Pablo Gimenéz Riili y Michael Evans, reconocen el potencial que tiene el Valle de Uco, y deciden invertir en 250 hectáreas, muy cerca de Tunuyán. Invitan a Santiago Achaval, consultor y winemaker, para que los asesore.

The Vines of Mendoza es un proyecto desarrollado sobre 372 hectáreas, en una de las zonas más aptas para la producción de uvas premium. Es un emprendimiento que permite que los compradores puedan cultivar y explotar su propio viñedo, sin preocupaciones, pues un equipo se encarga de cuidar de sus vides y de toda la logística. En este momento tienen 130 propietarios de viñedos.

El Resort cuenta con villas para hospedar a los amantes del mundo del vino, donde las actividades giran alrededor del buen comer y beber. Además acá se encuentra el restaurante Siete Fuegos del aclamado chef Francis Mallmann. Un cocinero genial y estrella de la televisión. Su cocina se basa en siete distintas formas de aplicar fuego. Algunos ejemplos son el infiernillo, una técnica que hace referencia a cocinas incaicas, la caja de hierro, el horno de barro y el curanto, que se cocina bajo tierra. No hay que perderse las empanadas mendocinas ni el pollo al hilo, que mantienen en el menú todas las temporadas.

Mendoza ha tenido un crecimiento turístico brutal que se ha extendido más allá de la época de las vendimias. El otoño mendocino es una de las maravillas argentinas.

Exploré este generoso terroir de la mejor manera: una cata y una sesión de ensamble de vinos. El enólogo Pablo Martorell, me invitó a participar de un corte. "Cada propietario puede influenciar su estilo de vino y preferencia en la sesión de corte. También escoge su etiqueta y nombre del vino. Iniciamos haciendo los vinos bases. Entrenamos su paladar para que aprendan a catar caldos que no están todavía listos. Es importante catar el vino en distintas etapas de su evolución para entender para dónde va", explica Pablo.

Tengo mucha curiosidad  y quiero entender cómo funciona esto de ser dueño de un viñedo.

"Los propietarios de los viñedos plantan ciertas uvas. Nosotros les damos toda la asesoría. Lo importante es que no se estresen. Comercializamos la uva que les sobre. Los clientes  fermentan una o dos variedades, aunque tengan más, porque a veces solo hacen una sola barrica. Les ofrecemos otros varietales para que en el momento del corte puedan tener acceso a un cinco o diez por ciento de otra uva, y así darle carácter a sus vinos", explica Mariana Onofri, wine director del proyecto.

Cualquier visitante que llegue a The Vines of Mendoza puede reservar y vivir esta experiencia para enterarse del procedimiento que tiene un vino hasta estar listo para beberlo.

 

 

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