Vendimia Itinerante

El sábado pasado (13 de agosto) se dio a cabo una experiencia espectacular en la Hacienda San Andrés.

Hugo D'Acosta y sus proyectos Casa de Piedra, Aborigen, La Escuelita y Paralelo trabajan por respetar el Valle de Guadalupe y luchan por que se respete el uso de suelo. Por esa razón llevaron la fiesta de la vendimia a la Hacienda San Andrés. Su intención está basada en rescatar el valor nómada y migratorio del ser humano.

El trayecto, organizado por Interamericana, Ferrer y Asociados y Ferimp, para celebrar los vinos de Hugo D'Acosta, inició en el restaurante Broka, donde nos esperaba un desayuno antes de partir al evento. Hicimos un recorrido por seis escenarios distintos de la Hacienda San Andrés (siglo XVI) donde se dio a cabo un maridaje especial. Los muros de adobe, piedra y barro de la hacienda miden metro y medio de ancho, y los techos están cubiertos por una teja plana encantadora, que trajeron los españoles a México en la época de la colonia. Inicia la aventura con Espuma de Piedra EP+bn, el cual se maridó con exquisitas ostras de Ensenada. Un grupo de músicos extraordinario amenizó el brindis. Luego nos trasladamos, a través del campo sembrado de maíz, a la segunda estación. Ahí disfrutamos del vino rosado Crata, maridado con esquites. Divisamos la fogata donde se asaban los elotes a la perfección. ¡Que privilegio gozar de ese mordisco de elote tierno recién cocido! Los músicos entonaban canciones que motivaron a varios a cantar a plena voz. En la siguiente parada nos sirvieron tostadas con verduras y flores. También rollitos elaborados con productos del huerto. Los acompañaron con vino blanco Estación Porvenir. La conversación tomó vuelo en este punto y los músicos continuaron hacia la capilla. Ahí nos esperaban en la penumbre y nos sorprendieron con bellos arreglos musicales, mientras seguíamos probando los vinos. Continuamos hacia el troje, donde la luz se colaba de una manera espectacular e iluminaba drásticamente las botellas de vino de Contraste. Le siguió Ensamble, hasta llegar a la última estación donde nos esperaba la comida preparada por el chef de Broka, Marco Margain, quien sirvió varios platillos (cochinita pibil, risotto de amaranto) en una hermosa mesa para 60 comensales. Luego de la comida, nos echamos sobre el pasto, a deleitarnos con relajantes piezas de jazz, un sol radiante y la vista de los volcanes que enmarcaban la Hacienda San Andrés.

Casa de Piedra

Nace como un proyecto de inspiración familiar en el año 1997. La idea motora es obtener vinos que estén caracterizados por su origen. Mantienen una escala que les permite cuidar cada botella para imprimirle en lo posible la personalidad del terruño. Cultivan uva en siete hectáreas en el Valle de San Vicente, donde el suelo consta de arcilla roja rica en fierro. Las vides tienen un promedio de 28 años; en el Valle de Guadalupe cuentan con seis hectáreas, con suelo dominante arcilloso y base de granito. La edad media de las vid es de 35 años; en San Antonio de las Minas se cultivan casi dos hectáreas de Chardonnay en un suelo granítico.

 Estación de Oficios

El tema central de la Estación de Oficios es la producción y enseñanza de la elaboración de vino. Ofrecen un curso anual donde se aprende sobre los principios de viticultura, vinificación, microbiología y añejamiento. Ponen a disposición del alumno las instalaciones y servicios para la producción de su propio vino como es la molienda, fermentación, prensado, añejamiento en barrica y embotellado, durante las fechas de vendimia, contando con la asesoría de sus enólogos.

Aborígen

Su propuesta es sacar al vino de los espacios tradicionales, tanto en su concepción como en su elaboración. Trabajan el lado experimental, necesario en toda región que está buscando su identidad. Hacen un llamado a recuperar el oficio, elaborar el vino desde el quehacer agrícola, una simple interpretación (expresión) del día a día, para así recobrar la escala humana.

Paralelo

Enología de terruño, vinos de ensamble, cruz de tierra estampada de naturaleza. Un espacio que no se construyó, su alma aguardaba que la tierra la delimitara. Paralelo nace desde Casa de Piedra, en esta permanente idea de movimiento, mezcla de búsqueda y propuesta. Las diferentes personalidades de cada planta se expresan en el producto: El soleamiento, el tipo de suelo y la reacción con el viento son parte vital de la honestidad del producto, que busca dignificar la agricultura y el respeto a la tierra. En el corazón del Valle de Guadalupe, Paralelo busca ensamblar el disfrute del cultivo

La Borde Vieille

En el 2006 invirtieron en un viñedo en Francia. La premisa fue identificar un lugar donde la expresión vitivinícola tuviera una riqueza que permitiera la interpretación contextual de la uva y su entorno, supeditando el conocimiento al sitio. En La Borde Vieille encontraron un alto número de parcelas que ofrecen una amplia dinámica interpretativa, basada en la observación, el respeto y la repetición. Buscan refrescar, proponer, evolucionar.

 

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