VIÑEDOS DE LA PATAGONIA

El paisaje patagónico deslumbra. Este gran desierto atravesado por ríos, bosques y lagos donde sus valles son fértiles con veranos y primaveras secos y soleados, comprende las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra de Fuego.

A PESAR de que el frío es el mayor riesgo que tiene el mundo vitivinícola en Patagonia, se ven beneficiadas las varietales: Malbec, Pinot Noir, Merlot y Sauvignon Blanc en Neuquén y Río Negro.

Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Syrah, en La Pampa. Es un hecho que las heladas en noviembre son una amenaza para la vid. También lo son los incendios, por lo que toman la precaución de tener las viñas limpias y libres de pasto. Existen bardas de álamos que protegen las vides contra el viento, y en situaciones adversas, las uvas engruesan su piel para protegerse del frío, lo cual resulta en mayor concentración de color y sabor.

Llegamos a San Patricio del Chañar, en pleno corazón de la Patagonia argentina, a 55 kilómetros de la ciudad de Neuquén. Nos dirigimos a visitar la Bodega Fin del Mundo, ubicada en la región vitivinícola más austral del mundo.

Julio Viola, propietario y responsable del desarrollo vitivinícola de la zona, implantó tecnología de punta para lograr irrigarla tierra, nutriéndose del río Neuquén. Hoy cuentan con 7 mil mangueras de canales de goteo, y chacras que se riegan por gravedad. En 1999 plantó las primeras vides, y en 2002, tuvo la primera cosecha de la bodega Fin del Mundo.

La mayoría de sus viñedos están a 300 metros de altitud. Tienen plantadas 3 mil 539 hectáreas, cuya producción representa 1.7% del vino argentino. Se consume en Argentina un promedio de 22 litros de vino por persona.

En Fin del Mundo, la elaboración es muy franca en todos sus vinos. Se trabaja brote por brote. Si la planta es débil, se queda con un racimo; si es fuerte, le dejan dos racimos. Trabajan de 6 mil a 9 mil kilos por hectárea.

Bodegas Malma, también en San Patricio del Chañar, existe desde 2012. Los viñedos están pegados a las Bodegas Fin del Mundo, a tan solo dos kilómetros de distancia. Los vinos son expresivos con fruta y buena acidez. Los días prolongados resultan en buena madurez de las uvas, por la cantidad de sol. En el verano llega a subir la temperatura a 40 grados centígrados, pero con diferencial térmico en las noches, que desciende hasta 12 grados. La humedad es baja.

Postales del Fin del Mundo, Sauvignon Blanc, Semillon 2017, es un vino fresco que se consume en el año; el Reserva Fin del Mundo, Pinot Noir 2015, tiene alcohol 14.4% con gran intensidad de color. El clima es beneficioso contra hongos, y los vientos generan piel gruesa en las uvas, lo que permite buena estructura, incluyendo al Pinot Noir, que se produce bien, por la primavera muy fresca. «Tratamos  de dejar las hojas en la vid, por eso las plantas del Pinot Noir no se ven arregladitas, pero la uva está protegida del sol y de los vientos. Se podrían salir los brotes a través de los alambres por el fuerte viento, asegura Viola.

Reserva del Fin del Mundo, Cabernet Sauvignon 2015, presenta gran tipicidad, más agarre del tanino, con perfil aromático claro del varietal. Un vino fácil de beber. La varietal Cabernet Sauvignon no está muy plantada en Patagonia, pero en Fin del Mundo es la segunda uva más plantada en su viñedo.

Fin del Mundo, Cabernet Franc 2012, una varietal que está creciendo a pasos agigantados en Argentina. Lo elaboran desde 2007. Tienen 25 hectáreas de las 900 hectáreas de esta varietal en Argentina, que además, se salva de las heladas al madurar antes del otoño.

La Bodega Humberto Canale se encuentra en la zona del Alto Valle del Río Negro donde se goza de cielos sin nubes y noches estrelladas. Hubo 17 mil hectáreas de vid, pero hoy quedan mil 545 hectáreas pues plantaron fruta y se quedaron con los viñedos en buen estado y de buena calidad. Es estate desde 1909. La empresa la fundó Humberto Canale, quien era un visionario. Era de una familia de Burdeos, razón por la cual, al inicio plantó las varietales: Merlot, Cabernet Sauvignon, Semillon y Sauvignon Blanc. Es un valle ubicado a 230 metros de altitud que logra benificios por la latitud. Las lluvias no sobre pasan 180 milímetros anuales. El vino Humberto Canale Semillon, Old Vineyards 1942 es una leyenda. El lanzamiento de su cosecha 2015 se agotó de inmediato.

 

Humberto Canale, Pinot Noir rosado 2017 ( Finca Sol) la vid tiene 32 años, de color salmonado, tipo Provence y excelente estructura. Es un homenaje a la nieta de Guillermo Barzi Canale, presidente de la bodega. Los viñedos de Pinot Noir de la Finca Sol, datan de 1969. Maduraron con lentitud en esos suelos calcáreos aluvionales de los Valles de Río Negro. Y el Malbec de Río Negro es más especiado, con más frescor y notas herbales. Los vinos maridan estupendamente con la Gastronomía Patagónica, como el cordero, la trucha, que viene de la Cordillera de los Andes. También en Patagonia se consume chivo al asador. Se abre el animal y se cuece entre fuegos. Inclusive tienen un día en honor al chivo. Es una región de chacras con mucha fruta, gracias alambiente seco y sin humedad, que beneficia a los árboles frutales. Sobre todo peras y manzanas.

 

 

 

 

 

 

 

 

ARGENTINA

• Uno de los países más extensos del mundo, goza de diferentes latitutes y altitudes. Es de las pocas viticulturas continentales del mundo, con gran amplitud térmica.

• Argentina era mayor productor de Cabernet Sauvignon que de Malbec. Se arrancaron plantas de uva Malbec, hasta el punto de llegar a solo 7 mil hectáreas, en 1980. Hoy hay más de 32 mil hectáreas plantadas de la varietal Malbec.

• Hoy los productores de vino argentino están rompiendo barreras y redefiniendo la industria vitivinícola al combinar su gran diversidad de terroir, varietales clásicas y autóctonas y tecnología de punta. Las nuevas zonas vitivinícolas en Argentina ofrecen nuevos estilos de vino.

http://www.winesofargentina.org/es/

 https://lideresmexicanos.com/

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