En la Central de Abasto más grande del mundo se suma el arte y la gastronomía. Las 327 hectáreas de este centro de distribución atestiguan la apropiacióndel espacio por artistas nacionales einternacionales quienes consiguen que los aromas de la comida se mezclen con los colores de sus muros.

ARTE Y GASTRONOMÍA

Central de Muros

50 artistas participan en Central de Muros y logran estimular la convivencia laboral y generar cambios tangibles en la comunidad local.

La primera parte del proyecto se ubica en la sección de frutas y legumbres. En su segunda fase, ubicada en la zona de abarrotes, en alianza con la Organización de las

Naciones Unidas (ONU), ilustran los objetivos de sustentabilidad, educación e igualdad de género. Estos murales espectaculares completarán los 63 muros intervenidos que convertirán a la Central de Abasto en la en la galería al aire libre más grande de

Latinoamérica.

Para visitar este proyecto aconsejamos comunicarse con la administración de este centro de consumo, este equipo coordina la visita gratuitamente. Es ideal iniciar el tour temprano para experimentar la energía mañanera, donde serás testigo de la acción que ejercen los 13 mil 800 carretilleros que prestan el servicio de carga a los compradores.

Los también conocidos como diableros, atraviesan los pasillos a una velocidad increíble, gritando «aguas» y silvando, para advertir de su rápida presencia.

Permíteles el paso, pues pueden llevar hasta media tonelada de carga que les impedirá frenar.

Al momento, más de 7 mil metros cuadrados han sido intervenidos con arte. Se ha notado una notable reducción de basura en los espacios de los murales tomando en cuenta que medio millón de habitantes visitan la Central de Abasto diariamente.

PURO SABOR

En un lugar que vive las 24 horas del día, la comida es muy importante. Palpita la magia de este lugar.

Conoce las costumbres de la gente y sus gustos. Da rienda suelta a tu curiosidad y saborea este mundo fascinante por explorar.

Inicia con café de olla y tlacoyos de haba con frijol, requesón y chicharrón, con una salsa verde gloriosa para despertar. Luego dirígete a la nave central y degusta unas aceitunas espectaculares preparadas con aceite de oliva de Ensenada, chile trompo de Durango y cebollitas encurtidas.

LOS RESTAURANTES

La Poblanita de la familia González Abad lleva 35 años dando de comer. Las cazuelas de barro despiden un olor que hipnotiza.

«Mis bisabuelos se iniciaron afuera del mercado de la Merced. Nosotros somos profesionistas. Hacemos las tortillas a mano, por eso nos vienen a ver los turistas, aunque nuestros guisados son picositos», comenta

Rosa González Abad. Los guisos son varios: de papa con longaniza, picadillo, salchicha a la mexicana, chicharrón, rajas con crema, chuleta en mole, costilla en entomatado, rajitas con huevo, tortitas de papa y a la francesa. El taco centralero también lo sirven con tortillas hechas a mano. Hay de bistec, longaniza o campechano. Incluye papa, nopales, frijoles, guacamole y chile manzano con cebolla.

PIO PIO

En este restaurante la milanesa de cecina es la especialidad. Son gigantescas y las llaman oreja de elefante. También ordena la pechuga de pollo azteca a la plancha, con nopal asado y queso gratinado, servido sobre base de caldillo de jitomate.

LA TAPATÍA

En Fonda La Tapatía prueba el arroz con huevo, salmón al chipotle, chambarete entomatado, costilla de puerco en adobo, cecina con chilaquiles y tortas de espinaca.

Hacer este recorrido gastronómico en la Central de Abasto es una oportunidad para comerse a México, en cualquiera de las casi 50 fondas de cocina tradicional y en las incontables taquerías que la habitan.

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