En un día soleado de verano recorremos la carretera hacia Alentejo sembrada de alcornoques y nos aproximamos a Estremoz en donde visitaremos una bodega urbana en pleno centro de la ciudad.
Divisamos un edificio blanco que parece un castillo y nos queda claro que la experiencia va ser singular.
El coleccionista británico Howard Bilton inauguró en este edificio su bodega, un centro de enoturismo, galería de arte y el restaurante Folly.
Por donde camines dentro del recinto te encuentras con obras de arte, inclusive al entrar a la bodega donde en el fondo detrás de los tanques de fermentación hay un mural del artista de origen francés conocido como Funky. En el segundo piso se encuentra la galería donde se exhiben trabajos de talentosos jovenes y además apoya a través de Sovereign Art Foundation a niños con necesidades tanto en Asia como en Portugal. En el bar como en el restaurante te percatarás de una colección extensa de cerdos pintados por artistas, la que nace en un desfile organizado por Howard en Hong Kong en 2019 ( el año chino del cerdo), un proyecto también ideado por la fundación para levantar fondos para ayudar a niños con necesidades especiales.
Continúas la visita mientras admiras las obras de arte mezcladas con las botellas de vino. Howard le propuso al conocido enólogo australiano David Baverstock producir vinos de alta gama y crear una oferta única para el mercado.
David casado con portuguesa vive en Portugal hace 40 años y es un revolucionario del vino portugués quien trajo la parte química al arte de hacer vino.
“Nos volvimos socios en esta aventura y eso ayudó mucho para el éxito de esta compañía que David fuera famoso pues todos querían probar lo que estaba haciendo”, comenta Howard.
Además la bodega cuenta con un programa para que la gente pueda hacer su propio vino con sus propios blends asesorados por ellos en todo el proceso.
Trabajan con agricultores locales que les proveen de uvas de viñas viejas con las que logran hacer vinos primium. Las cepas vienen de Portalaegre ubicado en el alto Alentejo y así aprovechan de un clima privilegiado y fresco y también de la región de Vinhos Verdes. Producen vinos tintos como Sonhador Tinto con las cepas Syrah, Aragonés, Touriga Nacional y Alicante Bouschet; Reserva producido en Portalegre con las cepas Syrah e Alicante Bouschet y el Touriga Nacional solo disponible para miembros de Wine Club de Howard’s Folly y cuenta con una bella etiqueta diseñada por el artista irlandés Michael Craig Martin.
De blancos hacen poca cantidad y tienen el blend Sonhador Branco y un Alvarinho (con etiqueta diseñada por un niño artista), un rosé elaborado con Aragonês e Castelão y también hacen vinos de talha y un vino de Carcavelos.
El restaurante Folly se inauguró en 2020 con la cocina de Hugo Bernardo(Cascais) donde se tiene la oportunidad de degustar excelentes vinos armonizados por ellos para que la experiencia sea óptima.
El menú cambia constantemente según la estación del año y los productos del mercado.
“El concepto del restaurante se basa en el vino por lo que creamos los platillos pensando que el vino lo complemente. Traigo varias culturas gastronómicas al plato tanto de Asia, Italia y México. Es un desafío trabajar en Estremoz pero para mí la perfección es primordial por eso la tengo grabada en un tatuaje”.
Iniciamos la experiencia con un ceviche de róbalo, mango, coco y lima con una presentación muy primaveral llena de sensaciones frescas, que se maridó con el Alvarinho 2018, vino que mostraba frescura pero con una acidez controlada porque la cosechan más tarde, algo no muy común en el mercado portugués.
La polenta llegó perfectamente crocante acompañando un carpaccio de tomate, con aceite de olivo, orégano, polvo de tomate y queso parmesano que armonizó con el Sonhador Branco 2020.
Luego bacalao también crocante con mayonesa de naranja y el vino Frescho ? 2021, que se bebe a 14 grados y que tenía notas como su nombre lo dice, a pesar de ser tinto.
El taco de borrego fue sorprendentemente delicioso porque se toma en serio el asunto de la tortilla, como debe ser la tortilla con el maíz nixtamalizado y logra una calidad muy buena. Este bocado con borrego cocinado a baja temperatura se maridó con el Sonhador Tinto 2018.
La carne armonizó de manera extraordinaria el vino Touriga Nacional 2017, vino que lucía una bella etiqueta diseñada por Michael Craig Martin.
Para terminar la experiencia el momento dulce era de calabaza con una tartaleta de limón, merengue, y praliné de avellanas armonizado con el Carcavelos de 30 años.
HOWARD’S FOLLY
Rua General Norton de Matos 7100-107 Estremoz
Portugal
E-mail: [email protected]
+351 964 197 644
www.howardsfollywine.com