Vivian Bibliowicz, nuestra columnista en Portugal nos lleva a conocer uno de los viñedos más importantes del Douro.
Imagínate un lugar localizado en el pleno triángulo dorado del Douro donde el lenguaje está basado en el respeto por su terroir, donde se producen vinos con carácter que con gran profundidad y personalidad describen la región donde se encuentran.
Por: Vivian Bibliowicz
Las terrazas con suelos de pizarra característicos del Douro se divisan a tres kilómetros de Pinhao, un encantador pueblo con una pintoresca estación de tren. Ahí se encuentra Quinta da Côrte, en Valença do Douro, con 24 hectáreas donde existen una variedad de vides antiguas con orientación al sol, que les permite alguna protección y suelos con la mineralidad justa para dar elegancia a los vinos que se producen en estas tierras.
El Douro, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, produce grandes vinos y las más prestigiosas quintas de producción de oportos se encuentran en esta zona donde existe posibilidad de lluvias que permiten un equilibrio climático para el crecimiento adecuado de las uvas.
Philippe Austruy, propietario de Commanderie de Peyrassol en Côtes de Provence y el Château Malescasse en Haut-Médoc, adquirió en 2013 Quinta da Côrte en el Alto Douro, una de las propiedades más antiguas de la región, donde se continúa cultivando con la tradición manual usando mulas para llevar la cosecha.
Marta Casanova, la enóloga de Quinta da Côrte, comparte con nosotros un desayuno espectacular en la cocina antigua de la casa donde nos relata su historia.
“Quería ser veterinaria pero luego de haber hecho una cosecha en una quinta cerca de Vila Real me enamoré de la región y sus vinos, así que me decidí por la enología y empecé estudios en ingeniería agrícola en UTAD, Universidad de Trás-os-Montes y Alto Douro.
También realicé cursos de enología en Argentina y Chile, pero siempre trabajé en Douro.
Me gusta el carácter de nuestras uvas. Tenemos muchas varietales autóctonas para hacer diferentes vinos”.
La casa
Con ocho cuartos equipados para recibir huéspedes, esta casa encantadora que se inauguró en 2018, se encuentra ubicada en plena montaña desde donde se aprecia una vista privilegiada de la región.
La sensación que da al hospedarse en Quinta da Côrte, es la de estar de visita en una casa de amigos donde te reciben con cariño y comparten los distintos ambientes de la propiedad decorada con gusto y detalles, como las típicas máscaras regionales colgadas en las paredes.
Libros para ojear en la biblioteca y sillones para relajarte con una copa en la mano aseguran que cada momento será memorable. En la terraza se encuentra una mesa comunitaria para servir el desayuno y almuerzo durante el verano y mesitas para sentarte a leer o a disfrutar del aperitivo mientras aprovechas la vista. Por esta zona atraviesa 80% de la gente que visita el Douro y también puedes ver el tren histórico pasar frente a tus ojos.
Muy cerca se encuentra una alberca con agua que cae de una fuente natural cercana, donde en verano colocan sillones para quienes desean descansar y aprovechar el silencio de este lugar paradisíaco.
La quinta también tiene gallinas, huerto donde crecen calabazas, tomates, chícharos, pimientos, col y fresas. Producen el aceite de oliva con las aceitunas Cobrançosa, Madural y Verdeal, típicas de la región de Douro. Se obtiene el aceite en menos de 12 horas después de su recolección y así evitan la oxidación y la pérdida de sus características organolépticas.
Los vinos
Los primeros vinos fueron lanzados en 2013 luego de que en un viaje por la región, el francés Philippe Austruy se enamoró del Douro y decidió invertir en estas tierras y renovó los viñedos históricos y construyó la bodega diseñada por el arquitecto Pierre Yovanovitch. Aquí se encuentran los vinos reserva de los cuales se exporta 90%. Cuentan con cuatro foudre (barricas de 500 litros) donde ocurre la crianza para obtener grandes vinos.
DOC, Douro 2017, se produce en un clima Mediterráneo con poca lluvia, caluroso y seco donde ese año (2017) fue considerado el más seco de los últimos 87 años.
Con las castas 60 % Touriga Franca, 40 % Touriga Nacional consiguen un vino muy elegante con crianza en barricas francesas.
Princesa 2020 es un blend con 30% Tinta Barroca, 20% Tinta Roriz, 20% Touriga Nacional, 20% Vinhas Velhas y 10% Touriga Franca, de los cuales se produjeron 20 mil botellas. Con aromas a frutos rojos y notas florales con taninos suaves, maduros y muy elegantes, pasa por barrica francesa durante un año. Lo degustamos con pescado y maridó perfectamente gracias a su buena acidez.
El vino blanco Côrte con 100% Viosinho, fermenta en barricas de madera austríaca. Se produjeron 10 mil botellas embotelladas en 2022. Es un vino fresco y fácil de beber con notas de frutos blancos y flores que combina muy bien con quesos y embutidos regionales. El 2021 fue un año fresco y suave lo cual fue muy bueno para la producción de los vinos.
Aconsejamos degustar el Late bottle vintage 2015, espectacular porto y aún más, el visitar la bodega antigua de la propiedad, donde se conservan estos portos en foudres de seis mil litros obteniendo un LBV con un color rubí intenso y aromas de frutos negros como moras y cerezas muy bien balanceado. Ideal probarlo con chocolate.