Hace ya 16 años que la quinta Monte d’Oiro, localizada en la región vitivinícola de Lisboa, en Alenquer, es biológica, algo que enorgullece a Francisco Bento de Santos ya que hace mucho tiempo que la sustentabilidad hace parte del ADN de la bodega, donde se respeta sobremanera la forma como se producen sus vinos, desde la década de los ochenta cuando estas viñas fueron adquiridas por su padre, José Bento dos Santos. El primer vino fue producido en 1997 y en 2011 Francisco asumió la dirección general de la bodega.
No es fácil convertir 30 hectáreas de vid en biológicas pero ese paso tenía que ser dado y evitar todo tipo de herbicidas y pesticidas -que resulta muy complicado en ese tipo de zona con influencia marítima- hasta llegar a obtener el certificado biológico desde hace cinco años consecutivos.
Estuvimos degustando estos magníficos vinos en el restaurante Boi Cavalo del chef Hugo Brito, quien preparó un menú fantástico para armonizarlos y así destacar sus características gastronómicas.
Iniciamos con Quinta do Monte d’Oiro Rosé 2021, muy bien elaborado. “Es un vino muy técnico que afinando la fecha de cosecha y la temperatura de fermentación se llega a esta calidad” comenta Francisco.
Las uvas Syrah provienen de una parcela en particular seleccionada específicamente para la producción del vino Rosé que fue fermentado con temperatura controlada entre los 13 y 16 grados. Con una cosecha temprana consiguen un vino seco, salino y fresco con buena acidez que resulta muy bien con el Risotto con chorizo y rosa.
Luego, la ensalada César de Muxama ( atún seco) y queso de la isla San Jorge de los Azores, que lo maridamos con Quinta de Monte D’Oiro Blanco 2021, un blend con las cepas Viognier, Marsanne y Arinto. Un vino elaborado por Graça Gonçalves, con apoyo técnico de Gregory Viennois con métodos biológicos. De suelos de arcilla calcáreos que luego vendimian manualmente y fermentan en tanques de acero inoxidables cada uva por separado.
Un vino versátil y gastronómico con buena armonía entre las uvas, la fruta y su terroir.
El blend resulta acertado comenta Francisco gracias a que el 30% de la uva Marsanne le aporta al Viognier estructura y el 20% de Arinto las notas cítricas.
La pescada curada en hoja de vid con jus de pernil y masa quebrada lo maridaron con Quinta do Monte D’Oiro Touriga Nacional 2019 Single vineyard con 16 a 18 meses en barricas francesas de las cuales el 30% son de primer uso.
Proveniente de la mejor parcela de la propiedad es un vino que consagra la expresión áurea del terroir de Monte d’Oiro.
“Selección parcelar y edición limitada de nuestra mejor parcela de Touriga Nacional. Producción pequeña y el año que pensamos que vale la pena sacarlo al mercado lo hacemos. Queremos que sea la expresión de esta parcela”, añade Francisco.
El siguiente platillo fue ternera madurada, tarta de cerezas en escaveche y recado negro armonizado con Quinta do Monte D’Oiro Reserva.
De postre fresas maceradas con short bread de pimienta verde, velo de pimiento y helado de capuchinhas.
Disfrutamos de una gran experiencia gastronómica con estos vinos de Quinta de Monte D’Oiro con personalidad y gran expresión de su terroir.
Quinta de Monte D’Oiro
Freixial de Cima, Alenquer
Telf 263766060