Azores Wine Company fue creada en 2014 por los socios Antonio Maçanita, Filipe Rocha y Paulo Machado quienes dieron un empuje a la viticultura azoriana y la pusieron en la mira mundial para mostrar su potencial.

Sala de barricas de licorosos

EN 2021, AZORES WINE Company inauguró una nueva bodega con sala de cata, alojamiento y restaurante, lo cual aportó a la isla un lugar donde disfrutar a plenitud de la experiencia que trae a la vida el hacer vino y compartirlo en un ambiente acogedor.

Arinto dos Açores

En búsqueda de dar un homenaje a los conventos que existían en Pico se decidieron por hacer una obra arquitectónica similar desde donde se obtiene el acceso a la sala de cata, la bodega, tres salas de barricas, los cinco cuartos, una suite apartamento rodeado por los corrales y el restaurante.
Al llegar a la isla de Pico, y en especial al recorrer la entrada a la bodega, no logro disimular la emoción que sentí al ver esos currais (corrales) de piedra volcánica negra que anteceden la bodega que, bellamente diseñada, se mimetiza con el entorno de una manera elegante y discreta.
El diseño de interiores estuvo a cargo de Ana Trancoso con la supervisión de Judith Martin, la encargada del enoturismo de la compañía, quienes lograron con técnicas japonesas como la shou sugi ban que aplica en madera oscura de castaños y otros elementos con piezas artesanales con madera de acacia o macetas de cerámica hechas en Beringel, sillas de diseño lituano (Acorn Craft) combinados con mesas de pino de la isla una decoración integrada.
Vale la pena mencionar que los currais de la isla de Pico es la obra más grande hecha por el hombre, y por eso fue reconocida como Patrimonio de la Unesco en 2004.

Corrais

No lograba convencerme de que ahí, sobre ese terreno, yacen vides, que en el momento que las visité están en un ciclo vegetativo invernal, lo que las hace aún más misterio-
La cata de Arinto dos Açores de Bandeiras comparado a la de San Meteus cerca de la montaña, mostraron diferencias en cuanto a su acidez. El Arinto (60% de la uva plantada en Azores) sobre las lías, aunque es de la segunda prensa, escogen las mejores y logra elegancia.
Al frente de las vides (como debe ser según nos explican) se encuentra el mar, pues es la locación preferida que les permitirá tener horas de sol necesarias para su maduración y concentración, alejándose de las nubes que se encuentran en la parte montañosa y, como los locales pronuncian, “se oye cantar al cangrejo” por su proximidad al mar.

Estas tierras dan a luz uno de los mejores vinos blancos de Azores: Vinha Centenaria que sigue ganando visibilidad año tras año y que su añada 2018, consiguió 95 puntos Par- ker en Wine Advocate 2021.

La gastronomía

El espacio donde se encuentra el restaurante es luminoso gracias a los grandes ventanales que rodean una cocina abierta enmarcada por una barra atractiva en donde se sirve un menú de picadas y platos sencillos para compartir, y que invita a acercarse para conversar con el chef y cocineros que se les nota están disfrutando de la experiencia, mientras nos preparan delicias que degustamos en una mesa espectacular para diez comensales, diseñada por Mircea Anghel de Cabana Studio, en cuyo centro se encuentra una enorme piedra volcánica muy llamativa.

Sala de cata Azores Wine Company

Iniciamos el menú degustación de seis tiempos con lapas (marisco local) con cuatro algas de los Azores, pan acompañado de mantequilla Rainha do Pico clarificada y caramelizada; sashimi de pargo; hashimi de la isla con chicharrón de la piel de pescado. También el confit de calamar que toma 12 horas a 85 grados conseguirlo o el camote frito con botarga de hamashi o la interpretación del caldo de pescado típico y el fondant de caramelo, lolli- pop de plátano de la isla con maíz tostado con chocolate y mezcla de cítricos rayados, todos platos bien logrados por los chefs José Diogo Costa y la sous chef Angelina Pedra, pareja que viajó por el mundo en búsqueda de sabores que marcan la diferencia.

Los vinos que acompañaron la cena como el Arinto dos Açores de Viñas Viejas muy gastronómico y persistente en boca nos sorprendieron.

L

La Bodega
La empresa SAMI Arquitectos compuesta por Inês Vieira da Silva e Miguel Vieira y DRHR, un atelier británico de Daniel Rosbottom e David Howarth, son los autores de este bello espacio que recuperaron después de que la floresta escondió las viñas centenarias que ahí yacían. Una locación extraordinaria con la montaña Pico detrás y el mar a 50 metros de distancia, desde donde se puede apreciar las islas Faial y São Jorge.




Filipo, quien está a cargo de la dirección de la bodega y de gestiones de la empresa de Antonio Maçanita, fue direc tor de la Escuela de Hostelería en São Miguel por 12 años, y Judith, originaria de las Canarias y a cargo del enoturismo, nos llevaron por la isla y mostraron los diferentes viñedos que producen estas maravillas de vinos explicándonos la complejidad de hacerlos en este desierto de piedras donde nadie quería venir.

“No necesitas estar loco para hacer vinos en Azores, pero ayuda”, comenta Filipo. La perseverancia y carácter llevaron al enólogo Antonio Maçanita a recuperar la casta Terrantez do Pico (una cepa muy sensible y la primera que se vendimia) conjuntamente con Serviços de Desenvolvimento Agrário de São Miguel, y consiguió en 2010 en una bodega de apenas 50 metros cuadrados, algunos tanques pequeños de acero inoxidable y una prensa de madera para hacer el primer vino con esta cepa.

Para hacer la historia corta, en cuatro años lograron recuperar 125 hectáreas de viñas en la isla de Pico y, aunque las viñas son poco productivas comparadas con las normales que no están plantadas en este terreno rocoso, produce una décima parte pero de excelentes vinos.

Las varietales autóctonas plantadas son Verdelho (muy distinta a la del continente), Arinto dos Açores y Terrantez do Pico que tiene un 15% que fermenta en barrica y que ya cuentan con 50mil plantas en la isla. Además plantaron otras varietales tintas antiguas: la Malvarisco y Saborinho. Es im- portante entender que aproximadamente 15 mil hectáreas de viñedos fueron abandonados después de las devastación causadas por la guerra y por la filoxera en el siglo XIX.
No lograba convencerme de que ahí, sobre ese terreno, yacen vides, que en el momento que las visité están en un ciclo vegetativo invernal, lo que las hace aún más misterio-
La cata de Arinto dos Açores de Bandeiras comparado a la de San Meteus cerca de la montaña, mostraron diferencia en cuanto a su acidez. El Arinto (60% de la uva plantada en Azores) sobre las lías, aunque es de la segunda prensa, escogen las mejores y logra elegancia.

La comparación con el Verdelho nos mostró que en nariz el Arinto es más tímido y el Verdelho muestra notas a frutas tropicales.
Estas tierras dan a luz uno de los mejores vinos blancos de Azores: Vinha Centenaria que sigue ganando visibilidad año tras año y que su añada 2018, consiguió 95 puntos Par- ker en Wine Advocate 2021.

Isabela “la prohibida” es todo un cuento aparte, pero vale la pena probar este homenaje que hacen a la gente que no quería injertar las vides en época de filoxera y que hacen un vino llamado People Wine.

Adega de Fogo

ADEGA DE FOGO
•Adega de Fogo es una estupenda casa localizada una destilería.Su creadora Benedita Branco la renta completa para disfrutar de sus seis cuartos, un comedor, piscina con una vista privilegiada a las montañas Pico.
• Podrás presenciar la destilación de aguardiente de diferentes sabores usando los ingredientes de la isla como plátano, piña, fresas y camote.
• La decoración es discreta y confortable y se integra perfectamente al entorno.
• Vale la pena visitar su wellness center que está en completa armonía y comunión con el paisaje.
Rua Marginal 1, Cabrito, Santa Luzin, Sao Roque do Pico 919803181 [email protected]

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