Susana Esteban lanza Clube Alegrete 1375 con su amigo y socio António Menano. Producciones pequeñas de vides muy mimadas y exclusivas para 200 privilegiados socios.
Susana Esteban (Galicia) fue reconocida como Enólogo del año en 2011 y Mejor Productor del año en 2023, atribuidos por la Revista de Vinhos, inició su carrera en Portugal en la Quinta do Côtto por dos años y en la Quinta do Crasto por cinco más. Es ingeniera química e hizo un master en Viticultura y Enología durante dos años en Rioja. Hoy es enóloga y consultora en varias bodegas en Portugal además de tener su proyecto personal Susana Esteban.
El Clube Alegrete 1375 se lanzó el 23 de octubre y está abierto hasta el 15 de noviembre hasta llegar a 200 socios a través de su página www.alegrete1375.pt
Las botellas de vino tinto y blanco Alegrete 1375 solo están disponibles para los miembros del club que además tendrán acceso a catas y experiencias exclusivas. Los vinos llegarán directamente a la casa de los miembros del club en una caja que contendrán 6 cajas de dos vinos, uno tinto y otro blanco que suman 12 botellas por un costo de €720.
Cada botella viene etiquetada con un número (diseñado por Rita Rivotti) exclusivo para cada socio que comienza en 1 y termina en 1375.
Alegrete 1375, blanco y tinto de la añada 2020 es la primera edición pero ya se están vinificando las siguientes añadas 2021, 2022 y 2023 que se lanzarán en su momento. Y también vendrán otros vinos que solo se adquieren através del club.
“Alegrete 1375 es una viña muy pequeñita de tan solo una hectárea que produce apenas 1100 litros de tinto y de blanco que la encontramos abandonada en la Serra de São Mamede en Alto Alentejo. Es una viña de sequeiro (sin riego) y las vides como se acostumbran a que no las rieguen, buscan el agua en el subsuelo profundizando sus raices hasta encontrar los minerales de las roca madre. Por esa razón los vinos tienen mayor identidad. Esta viña en Alegrete estaba sin podarse y con arbustos ya crecidos alrededor porque su dueño, un señor ya mayor, no lograba cuidarla. Su hijo me contactó porque sabía que a mí me interesa recuperar viñas con potencial, algo muy gratificante porque son personas que las han cuidado toda su vida y quieren que se queden en buenas manos”.
A Susana le interesan las vides de viñas viejas y sin riego, en el Alto Alentejo en zonas de suelos graníticos y de xisto con amplitudes térmicas que permiten maduración lentas. Las vides muchas veces no pueden ser identificadas porque se encuentran plantadas mezcladas.
“No me importa cómo se llamen las variedades y que no estén identificadas, lo que me interesa es que en su conjunto produzca un buen vino. Podría mezclar esta parcela con otra y hacer más cantidad pero no lo hago porque cada viña tiene una identidad tan fuerte, que no me gusta mezclarla con otra viña (aunque sea del vecino) cada una tiene su propio suelo, clima, exposición al sol, altitud y sobre todo diferente mezcla de varietales.
Susana explica que este tipo de clubes, que no son habituales en Portugal, son muy conocidos en Estados Unidos justamente para que se cree una relación directa entre el productor y el consumidor final. Esto funciona muy bien para la gente que le interesa este vino y lo quiere beber todos los años y de esta manera ya está en la lista de socios. No existe una obligación de que los socios adquieran estas siguientes ediciones y en ese caso se le dará la oportunidad a nuevos socios.
“Una viña cuesta dinero el recuperarla y la relación calidad precio de este vino es imbatible. Si hubiera un distribuidor las personas pagarían el doble por este vino. Más que un tema mercantil este club es un tema de proximidad con el consumidor que vea que puede adquirir estos vinos que son muy mimados y que van a tener acceso a algo muy exclusivo que está cuidado desde la viña hasta que llega a las manos del consumidor, y que no podrán pasar más de 24 horas desde que sale de la bodega hasta llegar a su destino final.
Luego tengo la idea de invitar a los socios que vengan a la bodega y puedan probar los vinos en sus diferentes etapas de crianza y justo antes de embotellar pues ya tengo en barrica el 2021/2022 y 2023 y así ofrecer una experiencia diferente y vean cómo es la evolución del vino.
Soy la enóloga y socia de Alegrete. Me gustan los desafíos y trabajar en proyectos con otras personas (fuera de mi proyecto personal Susana Esteban)
Para mí el vino es único cada botella, cada vendimia, cada parcela son únicas. No se consigue repetir aunque cogieras esas mismas variedades y las plantaras en otro sitio. Cada añada es diferente. Esto es lo mágico del vino que tu pruebas hoy un vino y no será igual dentro de 10 o 20 años. Por eso quise que Alegrete 1375 estuviera en barricas de Borgoña de segundo uso por tres años para que tengan potencial de guarda”.
Clube Alegrete 1375
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