Sabemos que para conocer una ciudad, lo mejor es hacerlo de la mano de un local que sabe cómo funciona su ciudad y cuáles son los sitios preferidos para llevarte un buen sabor de boca del lugar que visitas.
Culinary backstreets tours es una buena opción para lograrlo.
Marta nos recibe con una sonrisa y un jugo de frutas recién hecho para empezar la caminata por Porto. Marta es profesora de portugués y conocedora de su cultura. Ha vivido en Italia, Francia y España pero sus raíces la llaman constantemente a Porto, hogar de su abuela.
A pesar de que Porto está plagado de turistas, logramos esquivarlos para dar inicio a nuestro paseo culinario por la ciudad.
Afortunadamente el amor por preservar la cultura hace que existan lugares con historia como es el caso de la Leiteria da Quinta do Paço que desde inicios del siglo XX produce leche, mantequilla, queso y la famosa crema chantilly.
Distribuían leche pasteurizada en botellas de vidrio y se volvieron famosos por la calidad de sus productos.
Fuimos a visitarlos para degustar el eclaire relleno de crema chantilly y cubierto con chocolate. Un inicio pecaminoso que acompañamos con un delicioso café y que siguió con una parada en Arcádia, chocolatería tradicional desde 1933 fundada por la familia Bastos, que tenía en el centro de Porto un salón de té y que vio nacer esta confeitaria que produce sus propios productos artesanalmente. Fue celebrada en su época y continúa a tener reconocimiento en todo el país.
Degustamos lenguas de gato para probar la calidad de su chocolate y también de naranja confitada. Ofrecen una buena selección de chocolates rellenos con porto, de café, caramelo salado, pimienta de cayene, fresas y maracuyá.
Para equilibrar el paladar fuimos a la Tasca Casa Louro donde probamos salpicão, un embutido de trozos de jamón, su broa y petinga que es una sardina pequeña frita que se come entera acompañada de una bebida típica llamada Favaios y un pastel de ternera procedente de Chaves, al norte.
Continuamos nuestra caminata gastronómica en la Cervejaria Gazela conocida desde 1962 por el original cachorrinho (hotdog).
Luego pasamos por la Calçada das Carquejeiras para admirar la vista de la ciudad y luego otra parada para degustar quesos en la Queijaria Amaral con más de 100 años famosa por el queijo da serra (queso de montaña) hecho de leche de oveja acompañado con una deliciosa mermelada de calabaza.
La experiencia terminó alrededor de una mesa ( como debe ser) en el restaurante Salmão compartiendo caldo verde, sardinas y Pão de Ló.
Más portugués imposible!
