La luz de Provenza envuelve completamente el puerto y lo llena de un aura que hipnotiza a cualquiera que lo contemple. Es la segunda ciudad más poblada de Francia y es un puerto mediterráneo comercial de mucha importancia. Goza de 300 días de sol al año y fue nombrada capital europea de la cultura en 2013.
Marsella es un puerto agitado, con una energía apasionada que confunde. Al ser su población tan heterogénea queda difícil entender dónde uno se encuentra. Los habitantes vienen de muchas partes del mundo y se adueñan de sus calles. Es el tipo de destino que amas u odias.
Es difícil confundirse en sus rincones. Los 16 barrios de Marsella tienen mucha personalidad. La ciudad está unida al río Ródano por un canal y posee grandes instalaciones para el transporte aéreo y por ferrocarril.
Una docena de museos presentan colecciones variadas, desde la antigüedad al arte contemporáneo, como es el caso del Museo de Civilizaciones Europeas y Mediterráneas (Mucem) donde el artista Ai Weiwei tendrá la muestra Fan-Tan de junio hasta noviembre 2018. El arquitecto Rudy Ricciotti creó esta obra arquitectónica que domina la costa del puerto. La diseñó como un filigrana, el cual forma un dibujo de encajes que se proyectan con la luz del sol en el suelo.
La Provenza es una gran seductora de paladares y el mayor proveedor de frutas, verduras y hierbas de toda Francia. Marsella tiene lo suyo: La Boullabaisse, un plato que nace en manos de los pescadores, quienes al regresar de la pesca ponían a hervir agua de mar mientras desanudaban las redes. Luego agregaban los pescados con tomate, hinojo y otros condimentos.
Con el tiempo la boullabaisse se sofisticó y hoy es una sopa que debe realizarse con siete pescados de roca: Cabracho, Araña, Rape, Rubio, Rubii, Merlán y San Pedro. Eventualmente langosta y buey de mar. Mientras empieza el protocolo del servicio de esta sopa, bebe un pastis -típica bebida de anís de Marsella-, para asegurarte que abres el apetito, porque lo que viene es enorme. Degusta la picada típica provenzal de aceitunas, alcaparras y pesto de anchoas con basílico y hierbas.
EL PASTIS
Los ingredientes del pastis incluyen menta, hojas de abesul, verbena, sámago, regaliz, manzanilla, hojas de grosella, semilla de adormidera, tomillo, cilantro, perejil, canela, anís estrellado, hinojo, ajedrea, comino y semillas de anís. En La Maison du Pastis tienen a la disposición 75 tipos de pastis y absinthes diferentes. También puedes encontrar extraordinarios accesorios relacionados con esta bebida. Puedes hacer una degustación de cinco tipos de pastis y dos de absinthes mientras te enteras de su historia y técnicas de producción
www.lamaisondupastis.com
MIRAMAR
La boullabaise es la especialidad del restaurante Miramar, ubicado al frente del puerto. El exquisito fondo hecho con distintos pescados de roca aromatizados con azafrán es genuino y aseguran la frescura de los ingredientes. El protocolo para degustarla empieza con la sopa, crotones y rouille –salsa provenzal hecha en mortero a base de yema de huevo, ajo y pimienta Espelette–; luego te presentan una bandeja con todos los pescados con que se coció este elíxir. Los filetean frente a tus ojos y te vuelven a servir la sopa incluyéndolos.
www.lemiramar.fr
Típica galleta de Marsella con forma de una nave que conmemora la llegada de San Lazarus y María Magdalena a Provenza. En Four de Navettes, la panadería más antigua del puerto, localizada en el barrio Le Panier, (que estuvo controlado por un monopolio de marineros de tierra), puedes degustar las galletas conocidas por su sabor a flor de naranja. El horno data del siglo XVIII. Se acostumbra consumir les navette el 2 de febrero en la Fiesta de la Candelaria.
www.fourdesnavettes.com
L’ESPERANTINE
Producto gastronómico premiados por el Cordon Bleu como la mejor confitería, es una de las tiendas más importantes del barrio Le Panier. Sus chocolates en forma de hoja de oliva con almendras, naranja confitada y aceite de oliva son uno de los productos gastronómicos estrella del barrio.
esperantine-de-marseille.com