Si buscas un lugar íntimo, con personalidad, coctelería diferente con calidad de servicio donde puedas pasar un gran momento, sin duda elige Red Frog.
Paulo Gomes y Emanuel Minez se encontraron en 2014 y decidieron abrir un espacio único en Lisboa, específicamente en la Rua de Salitre. Desde un inicio trazaron metas claras y ambiciosas que trabajaron con ahínco hasta conseguir destacarse desde el inicio como mejor bar de Portugal y luego de un par de años desde su apertura consiguieron entrar a la lista de World’s 50 Best Bars.
El concepto de estos bares clandestinos nació en USA en los años 20 durante la época de prohibición del consumo de alcohol conocida como Ley Seca. Generalmente se encuentran escondidos detrás de otro negocio y con un acceso limitado. En este caso se encuentra detrás de una puerta cerrada al bajar las escaleras del bar Monkey Mash, un bar más accesible.
Este equipo de pocos barman alquimistas utiliza ingredientes locales, muchos producidos en casa, que tendrás oportunidad de probar sin realizas una reserva en su página web y aceptas las condiciones que te exponen claramente. Es un lugar selectivo que permite una experiencia de dos horas que podría extenderse en el caso de que la mesa no sea requerida por otra reserva.
La experiencia inició con un clásico Negroni aunque en la carta anuncian su Boulevardier hecho con Bullet Bourbon, Belsazar Rose, Zesty Moscatel, Bonanto y eucalipto. Re interpretaciones de los cocteles clásicos muy bien logradas.
El Martini es muy especial y complejo gracias a la mezcla -que realizan previamente y mantienen en el congelador- con Ketel One, Tanqueray Ten, Belsazar Dry, apio, hinojo, mostaza negra y rayadura de toronja.
Si quieres salirte de lo “clásico “ escoge Wood & Fizz: Glenmorangie 10, Ardbeg 10, Justino’s Madeira, Single Village Coffee, agua de coco que también tienen en la versión sin alcohol.
Para picar aceitunas marinadas; pickles lacto fermentados con aioli de ajo negro; queso de Azeitão mantecado DOP o queso de la isla Saõ Jorge de Manteigaria Silva (que está entre las 50 mejores tiendas del mundo ) acompañado con pan artesanal; o también una buena selección de charcutería, como su jamón de pata negra de 24 meses o un tártaro de res de Açores. La comida hace parte de su ADN pero no es un restaurante.
“Estamos en un laboratorio. Tenemos capacidad máxima de 30 clientes pues fue creado para personas que gustan de la intimidad y es por eso que solo tenemos mesas de 4 personas. No aceptamos grupos”.
Paulo empezó a trabajar desde muy joven. “Mi padre tiene el restaurante Esquina da Fe. Tengo sangre minhota, soy de Braga y crecí con influencia americana pues me gusta el basket de NBA y eso me marcó mucho en mi camino. Cuando salí de la escuela no queria estudiar más y quise empezar a trabajar y desde abajo aprendí de dónde es que uno viene y así se aprende a construir todo y buscar solución a los problemas. Pablo Es del signo zodiacal Capricornio y se enfoca en algo hasta conseguirlo. Se encarga de llevar a sus hijas a la escuela y consigue tener tiempo para todo.
“La música la seleccioné también y para Red Frog y Monkey Mash es diferente. Me he adaptado a las generaciones más jovenes que son mis próximos clientes.
Es importante mezclar lo clásico y lo moderno pues hay que tener un balance”, concluye.