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Cada quincena sucede algo especial en Sala de Corte. Las razas autóctonas portuguesas brillan entre las otras grandes opciones que este restaurante ofrece.
Darle lugar al producto de la carne portuguesa es un must y el chef Luis Gaspar sabe que hacen parte del patrimonio gastronómico de Portugal y de los productores locales que respetan el ciclo de vida del animal, tomando en cuenta la alimentación y las características de su grasa infiltrada y el marmoleado tan apreciado por comensales carnívoros. En Sala de Corte se controlan las varias etapas del proceso hasta la maduración y conservación de cada pieza.
Se escogen las razas de manera aleatoria incluyendo la edad de la vaca que ofrecen con dos cortes diferentes. Ya estuvieron presentes Maronesa DOP y Barrosã y cada quincena dará lugar a otras razas de carne portuguesa.
Iniciamos la experiencia con los cocteles muy bien ejecutados como es el caso del cóctel estrella Pisco Sower que ahúman con romero el cual acompañó el tártaro de carne que sirven en un cono como botana; croquetas de carne con queso de cabra y foie gras con manzana.
Enseguida llega a la mesa en una gran tabla de madera el platillo protagonista: un chuletón con carabineiros y tomates asados con una salsa hecha con las cabezas de los carabineiros, todo acompañado por un arroz al horno armonizado con el vino tinto Símbolo, Douro 2016.
El final dulce fue una pavlova de frutos secos espectacular con sorbet de frambuesas y lima y una tarta de queso cremosa.