El Jerez: Un vino versátil para tomarlo como aperitivo, durante la comida y como bajativo.
El jerez, en inglés sherry, es una amplia gama de vinos que se producen en las ciudades andaluzas: Jerez de la Frontera, San Lucar de Barrameda y el Puerto de Santa María.
Las variedades de uva autorizadas en la zona son : Palomino Fino (vino seco), Pedro Ximénez y Moscatel (vinos de postre).
Nacen siendo vinos. Son fortificados porque tiene un agregado de alcohol. Crianza biológica y oxidativa. Se usa la técnica conocida como sistema solera para crear un producto consistente. Los jereces de otros años se agregan al jerez recién fermentado, aplicando la ley del tercio. Esto crea que un vino tenga la misma solera cada vez que se termina de añejar.
El jerez se divide en: Fino, Manzanilla, Oloroso, Amontillado, Pedro Ximénez y Cream. El fino es de color amarillo paja. Se obtiene de crianza biológica, mínimo de tres años: aroma intenso, punzante y complejo, con notas de frutos secos. Ligero al paladar y seco. La Manzanilla es de color amarillo pálido, aroma delicado, sabor ligero con dejo amargo. El Oloroso tiene crianza oxidativa mínima de siete años: color ámbar, aroma intenso con notas de avellana y nuez. Seco y de gran cuerpo. El Amontillado tiene color de ámbar a oro viejo: aromas a almendra, avellana y madera. Pedro Ximénez está elaborado cien por ciento de uva Pedro Ximénez pasificada. Color caoba oscuro. Aroma intenso a pasas y piloncillo. Cream es un vino oloroso más vino dulce de mínimo cuatro años. Color caoba oscuro. Aroma a frutos secos.