Los japoneses también tienen tascas. Se llaman izakayas y las frecuentan a diario después del trabajo. Es ahí donde se relajan de un día arduo y beben y comen a pierna suelta.
En Cascais muy cerca del restaurante Kappo (ya conocidos por muchos afortunados) se encuentra Izakaya liderado por el chef Tiago Penão quien trabajó en cocinas premiadas como Pakta, en Barcelona, Midori, en Penha Longa Resort en Sintra, y otros como la Cevicheria, Sea Me y Praia no Parque.
La esquina donde está instalado no pasa desapercibida. Letreros en rojo y luces de neón lo anuncian y cualquiera que pase al frente, sentirá curiosidad por espiar qué es lo que pasa en esta barra tan atractiva e innovadora, con espíritu joven e irreverente marcado por los diseños tanto en sus paredes como en el menú.
El proyecto arquitectónico fue realizado por Diogo Esteves quien a través del uso de neón y el metal logra un estilo llamativo que transporta a las personas a un ambiente muy diferente del que se vive en Cascais.
El espacio es pequeño así que es aconsejable reservar para conseguir uno de los 17 lugares de la barra.
La vivencia
Luego de revisar el menú y pasar páginas con ilustraciones manga donde se distingue el ya reconocido gato japonés asociado a la suerte ( Maneki Neko) y otros diseños, encontrarás la selección de comida que ofrece Tiago junto a su hermano el chef Isaac Jorge, quien estudió en la Escola Superior de Hotelaria e Turismo do Estoril y quien fue además mentor de Tiago.
Aconsejamos iniciar con alguno de sus cocteles como el Chuhai hecho con aguardiente japonés o el High Ball hecho con whiskey o el Kimchi Margarita mientras disfrutas de la música, selección a cargo de Tiago.
Otra opción es beber sake frío en vasitos que ellos desbordan con este maravilloso líquido o una cerveza artesanal de arroz.
El proyecto arquitectónico fue realizado por Diogo Esteves quien a través del uso de neón y el metal logra un estilo llamativo que transporta a las personas a un ambiente muy diferente del que se vive en Cascais.
Podrás escoger una selección de platillos tradicionales como los yakitores que son pinchos de varias partes del pollo o de carne hechos en la robata con carbón japonés; unaju que es la anguila de agua dulce; yaki ika que es un calamar grande llamado en Portugal lula cubierto por una salsa de mantequilla anuezada y montada con miso. “La lula es una interpretación nuestra de una que mi madre (Anabela) nos servía hechas con aceite y mantequilla porque en Japón la sirven solamente grillada “.
Acompaña lo que comas con el kimchi (col picante fermentada)que es adictivo y querrás llevártelo para la casa. Berenjena grillada y luego gratinada con salsa de miso que obtiene un perfil dulce que refrescas con las almejas cocidas en sake; Gyozas de pollo con ajo y jengibre y gyozas de rabo de buey que están suculentas, servidas con Ponzu, salsa de soja cítrica, chile fermentado con limón y sal.
Luego Tartar de barriga de atún madurado 3 semanas, caviar de salmón salvaje, yema curada en soja y aceite de sésamo, o también puedes disfrutar del atún toro presentado típicamente en sashimi con wasabe. Además, vegetales grillados en la robata y servidos con salsa de sésamo; brioche de cerdo y mostaza japonesa;
De postre el kakigori que consta de fruta macerada con hielo raspado con sabor de la misma fruta y salsa inglesa El hielo raspado está hecho con una maquinita muy típica que se ve en las calles como parte del escenario del street food del verano o el Tres leches con pimienta Sancho que adormece la lengua.
“Nos gusta jugar y hacer nuestras versiones de la comida japonesa que usualmente se sirve en los izakayas, que al final es comida de casa. Tratamos de usar productos locales pero hay cosas que hay que traer de otros lados pero siempre son portugueses”.
Al preguntarle a Tiago en qué se parece esta comida a la de Kappo responde que solo llevan el mismo vigor, disciplina y técnica pero es completamente diferente.
Acostumbrado a trabajar 16 horas diarias Tiago es un chef que se esfuerza y que continúa a estudiar para enterarse de todos los pormenores de este estilo de cocina. Su pasión por Japón es evidente y todo esto unido al deseo de perfeccionar el funcionamiento de una cocina de alto nivel hace que la experiencia sea impecable. “Estoy entrenando personas para formar un equipo sólido a quienes pueda delegar el trabajo y así yo seguir creando para ofrecer lo mejor de mí “, concluye.