La complicidad de dos socios y amigos, Antonio Maçanita e Nuno Farias, se respira en la sala de cata en el restaurante 100 Maneiras en Chiado.

Estamos a punto de probar vinos peculiares que se producen en Porto Santo, una isla geológicamente de las más antiguas de los archipiélagos portugueses, y en donde existen 14 hectáreas de uva cultivada.

Nuno Farias

Para  ellos lo imposible sucede solo mientras se encuentra el camino para que sea posible, y así consiguieron hacer vino de estas vides antiguas (40-80 años) de conducción rastrera tradicional y protegidas de los vientos por estructuras tejidas con cañas, con suelos calcários de textura franco arenosa. Durante este proceso necesitaron convencer a los productores locales para lograr su cometido. Uno de los primeros que se unió a la aventura fue el señor  Cardina para producir el primer vino.

Nuno comenta que esta pequeña producción en Porto Santo es resultado de un cambio social que está sucediendo y que esperan tenga el éxito que tuvo en Azores.

Antonio Maçanita

Están aprendiendo las formas antiguas de hacer . “Tuve el lujo de ponerme a pensar en este proyecto durante la pandemia cuando logré aterrizar en Porto Santo en el inicio de la pandemia y en esos tres meses de confinamiento volví a sentir mi tierra madeirense y recuperar mis memorias de infancia”.

“Encontrar castas especiales en lugares únicos es algo increíble” asegura Antonio. Yo no sabía que habían vides en Porto Santo ni que existía esta historia de vinos en Porto Santo.

Cuando tuvimos confianza para hacer algo descubrí que había la varietal Listerau ( Palomino fino) una uva de Canarias y me pareció una oportunidad de tener un terroir parecido a Canarias. El reto fue encontrar un productor y Nuno lo encontró a uno  quien nos vendió uva porque quiere que el mundo del vino continúe en la isla.

La localización la  latitud es un poco al sur de Casablanca y aquí llueve poco, solo 3 mil litros  un limite para que viva la vid sin riega. No hay montañas lo cual es  un reto y es una isla muy antigua con más de 14 millones de años y hubo una transformación de la roca madre en suelo. Existen depósitos calcários en el centro de la isla y también de conchas.  Es una isla volcánica donde los suelos son 80 por ciento de suelos calcários, otra razón para que la vid no sobreviva. Pero los agricultores aprendieron a encaminar esa agua,  inundar las vides en el período de invierno y así acumular y como es un suelo esponja  atrapa el agua.

La viticultura dramática extrema, todo se hace a mano en una  parcela grandees posible porque para ellos el tiempo no cuenta.Técnica viticulturas atlánticas donde hay mucho viento  Santo tuvieron que  traer las piedras partidas de otro sitio  para proteger las viñas.

Conocimos la casta Caracol, tradicional de Porto Santo, y que está relacionada con la casta “Cédres” de las islas Canarias. Se vendimian a mano a las seis de la mañana para luego transportarlas en barco para la isla Madeira, pues no es legal vinificarlas en Porto Santo».

Se produjeron 4,267 botellas todas numeradas. Un lujo tener la oportunidad de probar estos vinos que maridan con mariscos frescos gracias a sus características de frescura y acidez.

El vino con la casta Listrão (aka Listan Blanco, Palomino Fino) 2020, presenta una nariz intensa y salina con notas de pólvora y iodo y en boca untuosidad y persistente que permite maridarlo con pescados con algo de intensidad además de otros productos de mar.

Cada parcela se prensa y se fermenta por separado, en barricas de roble francés usadas de 228 litros donde se crian durante 10 meses para luego ser embotellados en otra bodega.

El  Tinta negra es una varietal diferente y poco conocida. Se encuentra cerca del mar con el nombre de Molar en Colares y Saborinho en los Azores.

Se fermenta espontáneamente y se deja 40 dias en maceración para luego criarse por 8 meses en barricas de roble francés.

Resulta en un vino de nariz intensa con notas de frutos rojos como fresas y algo de vegetal.

Marida bien con peces complejos o carnes magras.

Tuvimos la suerte de disfrutar estos vinos en el restaurante 100 Maneiras quienes elaboraron platos especiales para estos vinos como una deliciosa terrina de foie gras, agua de tomate e vino de Madeira, pickle de betabel, bacalao frito con salsa pil pil de calabaza , calamar curado por cuatro días marinado con su tinta y base de salsa de chiles, tabaco relleno de cerdo deshidratado con pure de papa,  y langosta con mantequilla de erizo entre otras delicias .

 

Publicaciones Similares