Fernanda Prado estudió gastronomía en el Centro Culinario Ambrosía. Luego se especializó en Espai Sucre en Barcelona. Una escuela en donde se le da el lugar al postre, como un elemento con personalidad y código propios.

«Me llamó mucho la atención la heladería. Así que decidí tomar clases para aprender a fondo las técnicas y la formulación. Y para dominarlo estudié con Angelo Corvitto, profesional italiano, considerado uno de los mejores heladeros del mundo. Antes, la heladería era muy secreta, solo se pasaba la información de heladero en heladero. Angelo era muy abierto, tanto así, que escribió el libro Los secretos del helado, el helado sin secretos».Fernanda aprendió a hacer postres para restaurantes en Espaisucre. Entonces pensó: «¿Porqué no dar una oportunidad a la gente que viva la experiencia de los postres de restaurantes fine dining, sin tener que ir a un restaurante y pedir todo el menú degustación?»

Fernanda quería algo accesible y se decidió por una heladería. Se asoció con Tatiana Ortiz Monasterio. La nombraron Gelastocopio. La decoración estuvo a cargo de Héctor Esrawe y Nacho Cadena.

«Gelastocopio es un juego de palabras que viene porque cada persona interpreta los sabores de forma diferente, igual que cuando se ve un caleidoscopio. Además también existe la relación de los fractales y el hielo. Así nace el nombre de la heladería». La idea está planeada para que vivas la experienca de comer helado en un postre, donde el dulzor está equilibrado, y además, degustas texturas distintas y no te cansas.

«Pensamos en combinaciones que funcionen y que tengan ondita y magia como Platanífico: plátano con cono especiado, un crumble especiado y plátanos caramelizados; Ta- Tán: helado de vainilla de Papantla, hojaldre y manzanas caramelizadas calientes; Sueño de Lavanda: sorbete de lavanda, ósmosis de durazno, agar de durazno, algodón de azúcar y flores. Prado nos explica las diferencias entre los helado, las nieves y los sorbetes:

«Lo que distingue un sorbete de una nieve es el método de elaboración. Se hacen de manera manual lo que además, no permite que tengan la textura esponjosa del helado profesional. En una nieve buscas sentir el hielo y esta característica sería un grave error en un helado italiano. No es cuestión de técnica. Es algo cultural». Pero hay que entender la diferencia: las nieves son de agua; los helados son de crema; los sorbetes son de agua y los mantecados son los que llevan yema.

«El método para hacer nieves inicia en un bote de madera, con hielo picado y sal de grano. Se coloca una tina de metal y se mueve para que de vueltas y con una cuchara de madera se va despegando lo que se pega, por contacto. Esta acción manual nunca será la misma que la mecánica», concluye.

La Especial de París

Esta nevería fue fundada en 1921 por Domingo Lozada, en pleno centro de la Ciudad de México. Funcionó hasta 1942 en un puesto de madera en la calle de Artes, esquina con París. Luego se mudaron a su ubicación actual, donde la visitan clientes de todo tipo. Su especialización está basada en frutas rellenas (piña, naranja limón ), el clásico de vainilla, mamey , mango y en temporada zapote o granada. También tienen preparaciones con helado como el clásico banana split.

Insurgentes Centro 117 –Colonia San Rafael

 

Nevería Roxy

La historia se remonta al cine Roxy de Guadalajara, donde vendían helados artesanales en la puerta del cine. En 1946 nace la Nevería Roxy en la Colonia Condesa , como una fuente de sodas. Es una empresa familiar orgullosa de su tradición y han pasado cinco generaciones de la familia Gallardo que continúan trabajando. Las nieves de agua son excelentes: chicozapote, guayaba , mamey , mandarina tamarindo son algunos de los sabores. No hay que perderse la nieve de guanabana.

Av. Fernando Montes de Oca 89, esquina Mazatlán- Colonia Condesa

 

Cold beat. Helados de Autor

Es una heladería chiquitita cerca del parque Luis Cabrera.Tienen grandes sabores: guayaba y jamaica, jengibre, mango y maracuyá y en temporada de fiestas, no puedes perderte el helado de turrón. Participan en eventos y crean helados para la ocasión como es el caso del de Tequila 1800 Añejo, con lychee, frambuesas y rosas.

Guanajuato 114- Roma norte

 Las nieves de Xochimilco.

Son las nieves imperdibles de Tulyehualco, en la delegación Xochimilco, y se pueden degustar en cualquiera de sus establecimientos de esta comunidad. Las tradicionales: limón, fresa tamarindo , vainilla, nuez, fresas con crema; Las medicinales: hierbabuena, ruda, nopal y víbora de cascabel. También las encuentras con sabor ostión, pulque, mole y piñón.

Santiago Tulyehualco

Delegación Xochimilco

 Historia

Se dice que el rey de Macedonia, Alejandro Magno, y el emperador romano Nerón, enfriaban sus jugos de fruta y sus vinos con hielo o nieve traídos de las montañas por sus esclavos.

El navegante Marco Polo en el siglo XIII, al regresar de sus viajes a Oriente, trajo varias recetas de postres helados usados en Asia durante cientos de años, los cuales se implantaron en las cortes italianas.

En el siglo XVI, en Italia, específicamente en la Florencia de los Médici, fue donde surgió el helado , conocidos por todos como gelato. Creado por los pasteleros florentinos de Catalina de Médici, este producto italiano fue llevado a Francia a la corte de Enrico II, su marido, desde donde adquirió una enorme fama en toda Europa y posteriormente en todo el mundo. En 1686, el siciliano Francesco Procopio dei Coltelli abrió en París un establecimiento, llamado Café Procope, alcanzando gran fama por sus helados y su café. Se puede considerar a este establecimiento como la primera heladería. Se dice que bajo Luis XIV comenzaron a prepararse los helados de vainilla y de chocolate, más tarde los de crema de leche, hasta llegar al helado actual.

 

 

 

 

 

 

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